Si pasáis unas vacaciones en la Costa Brava , no os olvidéis de conocer el Parque Natural del Cap de Creus. Es una pequeña península situada en la parte mas oriental de la Península Ibérica rodeada del Mar Mediterraneo. Reina un faro en ella.
Para llegar tenemos que pasar Cadaqués y seguir por el Camí Port Lligat. Solo hay unos 7 kilómetros de distancia pero se nos hicieron eternos, debido a la gran cantidad de curvas que hemos de pasar. Los recorrimos en 30 minutos mas o menos.
A medida que nos vamos acercando , la vegetación va cambiando. Se vuelve mas seca y rocosa. Julen me preguntó que si íbamos a la luna...
Una vez arriba, vemos el faro y aparcamos justo debajo. La verdad es que el paisaje impresiona. Acantilados, barrancos de infarto, montañas de roca negra... pero una preciosa
vista al mar, a toda la costa y a numerosas calas. Pero vaya calas... las mas bonitas que he visto por el momento, de ensueño. El agua cristalina te deja ver una gran cantidad de preciosos bancos de corales.
Un señor de la zona decía, que si te fijas bien podías ver hasta delfines. Nosotros no vimos ninguno pero no lo dude en ningún momento, porqué yo si fuera un delfín.... sin duda elegiría la Costa Brava para vivir.
La vegetación muy seca, cactus y arbustos, pero que le dan ese toque especial al Cap de Creus.
En el mismo faro hay un restaurante, solo uno en la parte mas alta del parque natural y la verdad es que barato... no es. Así que nuestra consumición se limito a unos refrescos.
Después decidimos bajar a la preciosa población pesquera de Cadaqués para comer y disfrutar de ella.
CONSEJOS:
- Podéis pasear por el Cap de Creus un ratito y luego ir a comer a Cadaqués.
- Ojo con los acantilados y los niños. No son compatibles.
- Hay zonas donde se puede bajar a las calas, pero con cuidado. Vereis que acceden muchas lanchas , dignas de un buen anuncio de lotería...